Dime de qué color eres y te diré para qué eres

12.05.2019

Nos vamos acercando al final de nuestro proyecto y esta vez queremos enseñaros la correspondencia de los tubos de analítica con las pruebas en el laboratorio.

Para ello, tendremos que entender que la sangre es un tejido líquido que recorre el organismo a través de los vasos sanguíneos.

Tiene una fase sólida (elementos formes), que incluye a los eritrocitos (o glóbulos rojos), los leucocitos (o glóbulos blancos) y las plaquetas, y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo.

Estas fases son también llamadas partes sanguíneas, las cuales se dividen en componente sérico (fase líquida) y componente celular (fase sólida).

El suero sanguíneo o suero hemático es el componente de la sangre resultante tras permitir la coagulación de ésta y eliminar el coágulo resultante. Es equivalente al plasma sanguíneo, pero sin las proteínas involucradas en la coagulación (fibrinógeno en su mayor parte).

El plasma es la fracción líquida y acelular de la sangre. Se obtiene al dejar a la sangre desprovista de células como los glóbulos rojos y los glóbulos blancos. Está compuesto por un 90 % de agua, un 7 % de proteínas, y el 3 % restante por grasa, glucosa, vitaminas, hormonas, oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno, además de productos de desecho del metabolismo como el ácido úrico.

Como ya conocéis las difencias entre plasma y suero, procedemos a explicaros los tubos que se extraen en las analíticas habitualmente.

Del mismo modo, dichos tubos pueden contener o no, un aditivo, para ayudar a la conservación de la sangre y mantener sus propiedades según las pruebas de laboratorio que se vayan a realizar posteriormente.

Por otro lado, podemos encontrarnos también con los frascos de hemocultivo para detectar infecciones en la sangre e identificar su causa.

Las infecciones del sistema sanguíneo suelen estar causadas por bacterias (bacteriemia), pero también pueden estar causadas por hongos o levaduras (fungemia), así como por virus (viremia).

Por lo tanto, existen 2 tipos de frascos de hemocultivo, uno para microorganismos aerobios y otro para anaerobios, es decir, aquellos que necesiten oxígeno para poder vivir o la ausencia de él.



© 2019 Tomás el Viajero, P° de la Castellana 79, Madrid, 28046
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar